Hace un año, el mediodía de un domingo familiar se transformó en una pesadilla que todavía atormenta quienes esperan justicia, ese domingo El Mono era esperado por sus seres queridos para almorzar, pero en el camino se encontró con Miguel Quispe y todo cambió
Aquel fatídico llamado telefónico impactó de lleno en la familia de Martín Vera, las esperanzas de que no fuera algo grave se esfumaron en la terapia intensiva del hospital, El Mono presentaba lesiones gravísimas que reflejaban la violencia del impacto con un camión Mercedes Benz, para colmo Quispe bajó a ver lo que había hecho y decidió darse a la fuga, esconderse de la policía, burlar a las autoridades.
Vera agonizó al costado de la Ruta 192, cerca del cuartel de Bomberos de Parada Robles, las cámaras dejaron todo grabado, luego de una investigación policial se dio con el escondite de Quispe, fue detenido y rápidamente dejado suelto, desde ese momento espera en libertad un juicio que no termina de constituirse y que indigna.
No solo la vida de Martín se apagó ese mediodía de domingo, con él también se apagó la vida de su familia, que nunca volverá a ser la misma, que tendrán un lugar vació en la mesa y que siempre lo esperarán para almorzar.
Mientras Miguel Quispe, quien dejó tirado al Mono, se dio a la fuga, elaboró un plan, se escondió de la policía. Espera en libertad un juicio que lleva demasiado tiempo sin novedades. La familia después de una muerte que no debió haber ocurrido, golpeó todos las puertas posibles, para saber porque un individuo que lleva sobre sus hombros el cargo de “Homicidio Culposo Agravado”, habiendo realizado maniobras evasivas, hoy continúa libre.
El caso ha ido tomando relevancia y conocimiento público, muchos Exaltacrucenses saben lo ocurrido, hasta el mismísimo intendente recordó a Vera en las Fiestas Patronales de Diego Gaynor, en donde expresó su deseo para que se resuelva lo antes posible en el juicio.
La justicia lenta no es justicia, los magistrados deberían saberlo, sin embargo hace ya un año que una familia destrozada espera que alguien se haga cargo de esta lentitud exasperante, que deja desamparado a Vera, tal cual lo hizo Miguel Quispe.