23/12/2024

Fue un acto de amor y justicia en el que se congregó la familia deportiva Exaltacrucense, con la presencia del intendente Diego Nanni, funcionarios, familiares, hijos y nietos se descubrió el nombre de las tribunas ante un nutrido grupo de vecinos y vecinas

 

La emociones a flor de piel, un millón de anécdotas vividas en el predio de la cancha de Los Muchachos, dos referentes del fútbol y del deporte en general, tuvieron su homenaje en frente de sus familias, seres queridos, sus afectos.

Estuvieron presentes sus hijos, quienes siguen su camino, cada uno desde un lugar distinto, Luciano Mirandeborde como DT de el equipo femenino de Pelota de Trapo y Santiago Davio, jugador de talla internacional y además integrante del cuerpo técnico en la primera del CADU, pero con hilo conductor común, el ejemplo de Coco y Batata.

Comenzó el acto el director de deporte Fernando Lodeiro: “En esta cancha jugábamos los clásicos Coco-Batata, como me encantaría que el Nene Sosa viera esto, son personas de bien, la vida tiene que ser generosa con los dos, todos los que estamos en el deporte alguna vez quisimos ser como ellos”, expresó.

Seguidamente se procedió al descubrimiento de los dos nombres, tomando como referencia la entrada principal a la cancha, la tribuna de Coco es la primera que uno se cruza y la de Batata, quedó pasando la edificación que se utiliza como cantina.

Luego el intendente Diego Nanni, fuera de todo protocolo político se dirigió a la concurrencia como un vecino más: “Hoy la ocasión me hace hablar como integrante de una familia, es enorme la trayectoria de estos dos grandes, este es el resultado del trabajo de tres décadas y más allá de la ordenanzas, estamos contentos de poder homenajearlos, de ver que todo esto está sostenido desde el amor, todos nos llevamos un poco de Batata y de Coco en el corazón, afirmó.

Para finalizar Coco quiso decir lo suyo y tratar de poner en palabras lo que sentía: “Primero quiero agradecer a todos los padres que confían en mi y a todos los que están detrás de una escuelita de fútbol que lo hacen con pasión, si no tienen pasión por los chicos que mejor no se dediquen a esto”.

Hoy la escuela de Coco tiene 27 jugadores en cada una de las 9 categorías: “Cuando cito a todos los chicos, se me cierran los ojos, no se a quien poner, los días antes de la citación no duermo, pero la pasión me llevan a seguir hasta que las piernas me lleven hasta allá a los eucaliptos, estoy muy emocionado”, acto seguido Coco no pudo seguir hablando, las lagrimas pudieron más esta vez.

 

 

 

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