En un encuentro parejo ambos conjuntos no se sacaban ventajas, hasta el medio tiempo todo ocurrió dentro de la normalidad en la tercera fecha de la Liga ABZC, pero al regreso del descanso, un jugador por bando, se tomaron a golpes de puño luego de ser descalificados
El partido empezó mejor para Boat de Campana, que logró una diferencia de seis puntos en los primeros minutos, por su parte Raver pudo emparejar las acciones con un buen trabajo defensivo, pero sin poder marcar. Promediando el primer cuarto, Petrosino tuvo buenas intervenciones en la zona pintada. A lo que Santiago Bianchi, respondió con una serie de anotaciones, que dejaron el resultado parcial de 22 a 19, para los locales.
En el 2do cuarto, los dos conjuntos empezaron erráticos sin poder marcar en los primero tres minutos, hasta que Santiago Bianchi entró nuevamente en escena y se produjo una ventaja que los Campanenses, ajustando las marcas pudieron llevar de a poco, a una paridad. Pero por momentos el partido se volvía vertiginoso y lleno de una carga física, que de a poco se iba volviendo más friccionada. En este “caos” el más beneficiado era el visitante, que por 35 a 34 superó a los Cardaleros, finalizada la primera parte del juego.
Luego del descanso de medio tiempo, casi no hubo tiempo de nada, solo se jugaron menos de 30 segundos. Porque después de una disputa, en mitad de cancha, se produjeron algunas faltas, que los árbitros consideraron lo suficientemente anti deportivas, como para expulsar a Giordanelli del Boat y a Gastón Codaro, por parte de Raver.
El problema ocurrió cuando ambos jugadores dejaban la cancha, donde el Campanense desafía al Cardalero y en la puerta de los vestuarios, se trenzaron a los golpes. Inmediatamente, varias de las personas del público, dirigentes, suplentes y jugadores, intentaron separar pero era imposible.
Todo fue un descontrol, quienes trataban de separar, caían sobre otros implicados en la pelea, tornándose todo muy confuso. Además, otro jugador de Raver, Tobías Codaro, se sumó a la trifulca. Todo bajo la mirada de los árbitros, Mariano Imos y Evaristo Di Tata, que al ver que las condiciones podían desmadrarse, decidieron suspender el encuentro.
Ahora habrá que esperar, para ver que informan las autoridades deportivas y será el Tribunal de Penas, el que decidirá que medidas se tomarán con los que participaron de la pelea, que si no fuera por las autoridades del club que estaban presentes, seguramente todo este lamentable hecho, sería peor.
