Por cadena nacional el presidente libertario lanzó una catarata de derogaciones de leyes y regulaciones que impactan de lleno en la industria nacional, empresas públicas, la soberanía y la gente, que rápidamente salió a las calles
En el anochecer de una jornada cargada de simbolismos vinculados a el 22° aniversario del 20 de diciembre del 2001, el Gobierno Nacional decidió emitir un menaje grabado que recorrió todo el país anunciando una batería de medidas que golpea de lleno en temas sensibles para la sociedad Argentina.
De las más de 366 reformas, Javier Milei leyó 30 artículos que implican la desregulación de la economía, la derogación de leyes, la privatización de empresas nacionales, todo dentro de una estructura que conforma el plan de Estabilización de Shock, anunciado en la campaña de LLA. Que estuvo acompañada, por Sturzenegger, autor del documento y Patricia Bullrich. Ambos protagonistas de aquellos días del Que se Vayan Todos.
Entre el conjunto de medidas, se destacan algunas de las derogaciones, como la que habilita las importaciones y exportaciones sin límite. Lo que apunta directamente a las pymes, y llevaría a la quiebra a las empresas nacionales, por la baja en el consumo interno. En el mismo sentido se propende a la Privatización de las empresas públicas y la consiguiente sesión de las tecnologías internamente desarrolladas, en beneficio de industriales e inversores adquirientes.
Además, la Derogación de ley de promoción industrial, que conmociona a la sociedad y el territorio de Tierra del Fuego, una provincia que queda al borde de la quiebra y que provocaría el éxodo de los habitantes que se nuclean en derredor del trabajo industrial asociado con la electrónica.
En el mismo sentido, la Derogación de Ley de Tierras, una cuestión que favorece a la compra indiscriminada de miles de hectáreas, por parte de capitales foráneos y que uno de los casos más difundidos fue el del magnate Joe Lewis que prohibió a Argentinos, la posibilidad de acceder y disfrutar del Lago Escondido.
Por otra parte, se impusieron medidas que golpean nuevamente a los bolsillos de los argentinos, como la Derogación de leyes de abastecimiento, que equipara los precios internacionales con el mercado Argentino, lo que generará que los productos que se producen en al país, compitan en precios con los que se pagan en el mundo, impactando en la economía criolla.
La derogación de ley de Góndolas y el Compre Argentino, lo que favorece el lobby de las pocas empresas que condicionan el mercado nacional imponiendo aumentos desmedidos fuera de toda lógica económica y que responden en el mayor de los casos, a un pequeño cúmulo de intereses.
Todo esto coronado por una Reforma laboral, que tiende a la flexibilización y la pérdida parcial de derechos como los de indemnización o el trabajo en horas extras y una extensión del periodo de prueba de tres a ocho meses.
Esto provocó inmediatamente que la gente en diferentes puntos del país salga a la calle a manifestarse, haciendo foco en el Congreso Nacional, que fue eco inequívoco del malestar con el flamante mandatario. Que deberá llevar al congreso su propuesta, convalidarla en el Congreso, mientras su imagen es erosionada vertiginosamente en las calles.