Parada Robles fue testigo de un hecho lamentable, a plena luz del día, El Mono fue embestido por un camión en la Ruta N°192, lejos de parar para socorrer al accidentado, el conductor de 27 años, huyó y además intentó engañar a las autoridades en una acción repudiable, que fue caratulada como homicidio culposo agravado
Susana Sosa, madre de Martín Vera sigue reclamando, no comprende porque la justicia no mueve la causa desde hace cuatro meses, mientras al Mono, lo siguen esperando hermanos, sobrinos y amigos, que lo tienen que ir a ver a un cementerio tres metros bajo tierra.
– ¿Cómo fue el accidente?
– “Mí hijo venía como de lado de Arroyo de la Cruz, hacía un rato que me había dicho que en 10 minutos llegaba. Yo ya lo estaba esperando, era el domingo 6 a la una de la tarde y todavía es el día de hoy que lo espero. Resulta que este tipo giró en U, atropelló a mí hijo y ni siquiera fue capaz de socorrerlo y además huyó”.
– La versión que se conoció en los medios, es que el camión lo golpeó de atrás.
– “No fue así”
– ¿Se estableció que fue él, el que lo atropelló, lo vieron por las cámaras, la policía salió a buscarlo y lo encontró?
– “Si, lo encontraron a las 2 de la mañana. Antes se dio el lujo de llevar el camión a la colectora de la Ruta 8, a una quinta”.
– ¿La familia tiene campos por ahí?
– “Si, se escondió ahí y la policía lo encontró. Ahora está acusado de Homicidio Culposo Agravado y no entiendo porque está libre y sin ni siquiera una tobillera”.
– ¿Qué le dijo la justicia?
– “Qué están esperando el juicio. Pero no puede estar libre si intentó burlar a la justicia”.
– ¿Sabe cuál es la pena por ese delito?
– “No, ni idea. Lo que si sé, es que mí hijo parecía un perrito al lado de la ruta, que no fue capaz el hijo de mil …, de ayudarlo. Me lo mató, mí hijo tenía traumatismo de cráneo y lo dejó solo agonizando”.
– ¿Usted cómo se enteró?
– “Estábamos en casa y me llaman a mi celular pero se cortó justo, entonces la llaman a mí hija que le pasa el teléfono a marido. Yo vi algo raro y pregunté que pasó y me dijeron que nada, pero ellos se fueron rápido. Entonces, así nomás, pedí el teléfono para llamar al Mono. Y ahí me dijeron que lo habían chocado, yo pensé que se había lastimado la pierna. Me fui al hospital, cuando llegue estaba en terapia intensiva y ya le había dado un infarto. Después murió”.
– ¿En qué condiciones quedó la moto? Eso puede aportar más datos del hecho.
– “La moto de mi hijo está intacta. Si fuera que lo chocó de atrás, la rueda debiera estar rota, pero solo tiene un pequeña abolladura en el tanque de nafta. Y mí hijo estaba solito tirado en el pisó, porque él se fue, se dio a la fuga y no me lo auxilió, ni nada”.
– ¿Es imposible que la persona que manejaba el camión no se haya dado cuenta?
– “Como no se va a dar cuenta. Si mí hijo, por los daños que le hizo el golpe, ya llegó grave al hospital”.
– ¿Sabe cuánto tiempo estuvo tirado al costado de la ruta, hasta que lo fueron a buscar?
– “15 minutos, porque cerquita están los bomberos y una señora que no se quien es. Pasó, detuvo el auto porqué pensó que era una bolsa de basura”.
– ¿Una bolsa de basura?
– “No era una bolsa de basura, era mi hijo y estaba agonizando. Y este señor muy tranquilo y se va a la casa. Para mí la familia es cómplice, porque escondieron el camión”.
– ¿Y cuándo lo dejaron libre?
– “Habrá estado preso dos días. Pero mí hijo murió a las cuatro de la tarde del mismo domingo. Tenía traumatismo de cráneo, hundimiento de tórax, quebradura de pelvis, corrimiento de los miembros inferiores de lugar y le reventó los pulmones. Así que imposible que me diga, que me lo agarró de atrás”.
– ¿Entonces es imposible creer la versión que fue un toque de atrás?
– “NO! Encima como va a doblar en U”.
– ¿Se siente acompañada?
– “Yo no estoy sola, tengo mucha gente atrás mío”.
– ¿Y que está haciendo para que se conozca lo que pasó?
– “Estoy pegando carteles en Robles, pero me los rompen. Yo le dije de citarnos acá, porque mis nietos van a la escuela, van al jardín y tengo miedo por ellos”.
– ¿Usted que busca, que pena quisiera para él que atropelló a su hijo?
– “Yo lo quiero preso, él tiene que pagar a mí hijo. Una porque lo chocó haciendo una maniobra que nunca debió haber hecho y después me lo abandonó como si fuera un perro. ¿No tiene conciencia de lo que hizo?”.
-Para usted estaba consciente de lo que hizo.
– “Claro! Sino porque se fue y escondió el camión. Ni siquiera fue a los bomberos a pedir socorro”.
– ¿Se pudo haber asustado?
– “Por más que haya asustado, fue a su casa. ¿Nadie le dijo, che que hiciste?
– Ya sabe la identidad del acusado.
– Si. Es de la familia Quispe. Aparte tienen las fotos que mi hijo estaba solo, tienen las cámaras, tengo la historia clínica que me lo hizo pedazos. Y él está libre, esa es mi bronca, ya pasaron cuatro meses”.
– ¿Le dijeron cuando es el juicio?
– “No, a mi no me dan ninguna novedad. Yo ya dejé de ir a la fiscalía, no entiendo como lo dejan libre sin ni siquiera una tobillera, se trató de esconder y encima está acusado de Homicidio Culposo Agravado”.
– ¿Lo sigue esperando a Martín?
– “Los domingos yo los odio. Lo espero, espero el Che Vieja, yo lo sigo esperando”.
– ¿Está haciendo algún tratamiento a raíz de la muerte de Martín?
– “Yo estoy yendo al psicólogo”.
– ¿Qué familiares dejó?
– “Un sobrino y ahijado, que lo habían bautizado hacía una semana. Además 6 hermanos, 10 sobrinos, al papá y a la mamá”.
– Vi que era un chico muy querido, siempre estaba organizando cosas
– Si, como el desfile de Gauchos de Capilla que este año no se hizo. Aparte domaba. Cuando murió un jinete, no sé dónde, él le organizó una jineteada en su homenaje”.
– ¿Cómo lo recuerda?
– “La psicóloga me dijo que siempre lo recuerde contento”.
– ¿Ustedes cómo están, como se sienten?
– “Esto agravó la situación de todos. Sabe cómo están los hermanos, los sobrinos. Me duele de la forma que me lo llevaron, de la forma que me lo mataron, lo dejaron tirado como un perro, mí hijo no se merecía esa muerte”.
– Era un chico muy bueno.
– “A casa a veces venían para pedir, por un problema que alguien había tenido, si podía organizar algo. Él en seguida organizaba una rifa, el Mono siempre estaba para dar una mano, si había que ayudar, él estaba para todo. Por eso yo tengo mucha gente atrás mío”.
– ¿Además de la muerte del Mono, que es lo que más la enoja de esta situación?
– “Lo quiero preso, yo sé que a mí hijo no me lo van a devolver, pero la bronca mía es que Martín está tres metros bajo tierra con 33 años y el que lo mató tiene 27 y está libre. Yo no veo que se mueva la justicia. Si alguien se roba una gallina, actúan más rápido que con mi hijo”.