En esta decisión popular había mucho más en juego que una intendencia, las posiciones y estrategias tomadas por algunos de los líderes de los partidos políticos Exaltacrucenses, también estaban bajo la lupa
Sin lugar a dudas el gran vencedor de la noche fue el intendente Diego Nanni de Unión por la Patria, que logró renovar por cuatro años más su mandato e inclusive aumentó su caudal de votos. En un distrito en el que su gente, reconoció su trabajo y que mantuvo sus características tradicionales. Sin dejarse llevar por estrategias políticas de grandes ciudades, que aplicadas en localidades del interior, tienden a romper el entramado social. Apoyadas en los rumores sin sustento y publicadas en diversos canales de comunicación, obviando en muchos casos, la verdad.
El otro gran ganador fue Alejandro Marcus de La Libertad Avanza, que cerró por lejos su mejor performance desde que participa en política local, que subió su electorado aún cuando Javier Milei encontraba su techo, que ingresa al Concejo Deliberante con dos concejales que robustecen su capacidad de tracción en las decisiones legislativas y que tiene por delante, la posibilidad de “pelearle” al Peronismo, el lugar en el Sillón Presidencial el 19 de noviembre. Lo que marca, el lugar de preponderancia que ocupa hoy, el Partido Libertario.
Por su parte el Radicalismo, corroboró ante la urnas que el audaz paso que dieron apoyando a Diego Nanni, fue un acierto. Producto del trabajo político de Iván Gambra y Pedro Querencio, que eligieron alejarse de los insultos, los agravios y los desplantes. Para sumarse al trabajo constructivo a favor de un distrito que necesita la unificación de esfuerzos. Y demostrando, que las coincidencias entre el Radicalismo y el Peronismo, son estrechas en comparación con los intereses cuestionables, que ofrece la Derecha.
Del otro lado, uno de los grandes derrotados fue Raúl Sancho, de Juntos por el Cambio, un sector que en términos objetivos, fue perdiendo fuerzas, desde que la concejal Radical, Verónica Dreier, abandonase el espacio. Y que Rosa Tedesco ganase la elecciones internas para recuperar el Comité Radical. En el mismo sentido, quedó demostrado en los resultados, que la palabra K por sí misma, ya no era suficiente para atraer nuevos electores y que en definitiva, el discurso fue perdiendo fuerza y votos.
Indefectiblemente, estas elecciones traerán consigo cuestionamientos internos, hacía quien fue tres veces candidato. Esta vez hay certezas concretas, porque hay caminos que ya se saben que no conducen al triunfo y que probablemente, con el tiempo, se opte por otro líder con un discurso moderado y que eso no quiera decir en absoluto, bajar la intensidad, pero si cambiar las formas.