Mientras que en gran parte de la provincia de Buenos Aires las lluvias acomodaron un poco las expectativas para la campaña de los cultivos de invierno, el territorio Exaltacrucense no recibió aún la cantidad suficiente de precipitaciones
Las permanencia de tres Niñas consecutivas, es decir periodos con escasas precipitaciones, constituyó unos de los desastres productivos más importantes de la historia, en el distrito tuvo consecuencias tremendas que evaluadas en pérdidas se acercan al 70%. Aunque los silo bolsa siempre han sido un resguardo para el sector, las reservas de granos bajaron ostensiblemente luego de los insólitos eventos climáticos.
En este contexto viene ahora la parte en donde los productores piensan nuevamente invertir pensando en el futuro y mirando al cielo ó mejor dicho a los satélites. Desde el Servicio Meteorológico Nacional pronostican que el fenómeno Niña cedería hacia una etapa Neutra, para pasar a otra etapa Niño, que normalizaría los recursos hídricos para el Norte de la Provincia de Buenos Aires.
Como dato alentador, esto ya está pasando en varios puntos del territorio Bonaerense como el sudoeste, el sur y el sudeste de la provincia, que ya han sido bendecidos por las lluvias y recompusieron en parte el agua necesaria en el suelo para acopiar reservas de humedad. Un panorama similar a grandes rasgos se puede observar en el Noroeste Argentino (NEA) y el Noroeste Argentino (NOA), además de parte de los territorios de Córdoba, San Luís y centro norte de Entre Ríos.
Como contrapartida en el sector norte de la provincia que comprende a Exaltación de la Cruz, todavía se espera la abundancia hídrica, contar con la cantidad de humedad imprescindible para poder recomponer las condiciones básicas y así afrontar los cultivos de invierno. Las empresas agrícolas y los productores, tanto grandes como pequeños, esperan con ansias las lluvias que les posibiliten recuperarse de la pésima campaña 22/23.
Observando que en los alrededores de Exaltación de la Cruz, ya se está viendo un cambio de clima favorable, los modelos matemáticos tendrían asidero al pronosticar una fase intermedia, donde tanto la Niña como el Niño no tendrían influencia llamada ENSO. El escenario dominado por la sequía iría desapareciendo en este primer cuatrimestre. Para dar paso finalmente a las esperadas lluvias habituales en estas épocas del año.