El insólito suceso ocurrió hace unos días cuando un vecino se acercó a la comisaría para denunciar el robo de su vehículo, cuando la policía comenzó a sospechar y hacer preguntas, el plan y la coartada del estafador, rodaron escaleras abajo
Todo comenzó cuando un hombre se apersonó en dependencia policial con el fin de manifestar ante las autoridades, la sustracción en situación de robo, de un Fiat Uno Blanco propiedad del denunciante. Según este masculino de 37 años, dos ladrones lo habían interceptado en la ruta 39 para robarlo.
Para que la escena cobre dramatismo, se incluyeron armas de fuego con las que la supuesta víctima había sido amenazada de forma violenta y que si los requerimientos de los criminales no eran atendidos, su vida corría peligro. Razón por la cual los delincuentes imaginarios lograron su cometido llevándose el automóvil, para después quemarlo sobre la misma ruta.
La policía escuchó el relato pacientemente, pero la experiencia les indicó que se encontraban ante la posibilidad de un engaño, algunos detalles que no cerraban en la explicación del malogrado estafador, dejaron cabos sueltos que los uniformados detectaron como muy sospechosos.
Ante las preguntas y re preguntas de los agentes policiales, la pseudo víctima comenzó a contradecirse, transpirar y cambiar su color de cara. La seguridad inicial de sus afirmaciones cuando contaba los que en apariencia le había sucedido, desapareció.
La insistencia de quienes interrogaban, fueron desbaratando un relato lleno de inconsistencias reveladas por al accionar policial, hasta el punto que este vecino decidió él mismo terminar con esta burda charada, confesando haber simulado el robo, para después incendiar el auto y de esa manera cobrar el seguro.
Se desconoce si estos problemas económicos eran reales o inventados como el robo, lo que si se tiene certeza es que no solamente no solucionó sus inconvenientes financieros, sino que terminó detenido, con una causa en su contra que se tramita en la UFI de Exaltación de la Cruz y encima sin auto.